martes, 23 de agosto de 2011

El Plan B del establishment


Por Jorge Déboli, editor periodístico, titular de Dypra

Según el sociólogo Manuel Mora y Araujo, el resultado de la votación del 14 de agosto cayó como mazazo sobe la moral de las fuerzas opositoras”, y que “Las expectativas de esas fuerzas acerca de una buena elección en octubre han quedado reducidas a una ínfima posibilidad”.

Si bien la conclusión a la que arriba Mora y Araujo sobre las consecuencias del reciente acto eleccionario es la que podría haber sacado cualquier argentino con un mínimo de sentido común, su definición cobra un valor agregado por ser el consultor preferido del establishment vernáculo, es decir, de la elite dominante que detenta el poder económico-mediático de la Argentina.

Después de escuchar a los campeones del gran derrape electoral, en el que concluyó el pasado domingo 14 de agosto la operación de prensa montada y dirigida por el CEO del monopolio mediático, e interpretada por supuestos periodistas independientes, que trabajan en sus supuestos independientes medios de comunicación, el establishment necesita rápidamente reacomodarse a la nueva situación y delinear una estrategia, que sólo periodistas y candidatos con alguna convicción de sus ideas, podrían llevarla adelante.

Esta condición resulta casi una misión imposible a la luz de los comentarios pos elección de los principales columnistas de las empresas periodísticas que conforman el oligopolio mediático y de las declaraciones públicas de los candidatos protagonistas del triste papel al que el pronunciamiento popular los redujo en esta primera edición de Primarias Abiertas Simultánas y Obligatorias (PASO); no se advierte en ellos convicción alguna como para encarar el desafío, aunque sea el de arrimar al bochín el próximo 23 de octubre y así forzar un hipotético ballotage.

Sin embargo, el establishment argentino no se entregará así como así, e intentará insuflar una cuota de ánimo a las fuerzas opositoras que componen los medios hegemónicos y sus gerentes del arco político anti K, antes de sucumbir frente a un gobierno que por primera vez en 200 años, logra quebrar el ciclo de gobiernos constitucionales derrocados por dictaduras militares, o destituidos por poderes económicos y/o mediáticos.

Memoria

Vale la pena recordar lo que le ocurrió a Humberto Illía en 1968, luego de tres años consecutivos del aumento del PBI a un ritmo del 10 por ciento anual, fue estigmatizado por la prensa escrita de entonces con la recurrente caricatura de la tortuga, que generó las condiciones políticas para su derrocamiento por la dictadura que encabezó el General Juan Carlos Onganía.

Un poco más acá, la entrega anticipada del gobierno de Raúl Alfonsín en 1989, luego de la hiper desatada a partir de una tapa de Clarín con una frase de Guido Di Tella cuando promovió “un dólar recontra alto”, pero dicha seis meses antes (enero de 1989). El caso más reciente, en marzo de 2008, fue el intento destituyente a partir de un conflicto –el de la resolución 125-, armado virtualmente para sacar del gobierno a la actual presidenta, a sólo tres meses de haber asumido con el respaldo del 47 por ciento de los votos en impecable elección.

A todo o nada

Ya no hay lugar para distraerse en campañas livianas, mensajes opacos y rencillas de entrecasa, ni cabe esperar ya que el destino haga su trabajo produciendo situaciones inesperadas adversas al Gobierno. Sólo queda una opción: una profundización de la estrategia para jugarse a todo o nada”, dispara Mora y Araujo en su columna del domingo 21 de agosto en Perfil.

En su análisis, el encuestador refuta a periodistas y candidatos que manejaban la hipótesis de que si Cristina “se mantenía en el orden del 40 por ciento de los votos”, la primera vuelta en octubre “era superable”, ya sea a través de una “megacoalición opositora”, o que alguno de los candidatos mejor situados terminaría “sustrayendo votos a otros candidatos”, como ocurrió con De Narváez en 2009 en la provincia de Buenos Aires.

Cristina la peor

Para Mora y Araujo, estas estrategias “quedaron anuladas con la votación del 14 de agosto”. También, dice el sociólogo más confiable para la derecha argentina que, quedó refutada la idea de que para una amplia pluralidad de votantes el gobierno de la Presidenta es lo peor imaginable y que por lo tanto cualquier alternativa que se le ofrezca sería bienvenida”, es decir, ofertas con campañas sin contenido, ni programas superadores al kirchnerismo.

Luego de este análisis, Mora y Araujo lanza su propuesta “posible” aunque admite “improbable”, la de forzar una segunda vuelta para “sustraerle votos a la Presidenta”. Una estrategia semejante que “hasta ahora ni siquiera ha sido concebida”, dice, y además condicionada a que algún candidato encare “una campaña fuerte, audaz y muy creíble”.

El contrapoder

En los países emergentes o periféricos del poder central, los medios de comunicación hegemónicos que establecen la agenda de los temas por los cuales todos sus ciudadanos deben preocuparse, construyeron la creencia de que “el poder” son los gobiernos de turno, y por lo tanto, el axioma “indiscutido” que define el rol del periodismo, el de ejercer “el contrapoder”, así ellos, como tales, justifican sus permanentes ataques a aquellos que se atreven a tocar sus intereses en pos de una justicia social, que en los 200 años de historia, aún no se logró plenamente.

En rigor, el poder en nuestro país reside en los grupos económicos-mediáticos concentrados, cuya cabeza más visible, el CEO del monopolio mediático, acaba der ser derrotado en las urnas; a pesar que no competía en ninguna de las categorías elegibles del último domingo, su estrategia fue absolutamente desechada por una mayoría absoluta de más de 10 millones de argentinos.

Bajada de línea
Acabado el gran simulador de realidades virtuales, y quizás con la intención de ordenar la retirada y evitar así el desbande de los gerentes del establishment (los candidatos anti K, Rodríguez Saa, De Narváez, Duhalde, Alfonsin, Carrió), Mora y Araujo, aconseja, insólitamente, que la estrategia del mensaje central debería estar enfocado en “los problemas calientes en la agenda de la opinión pública a los que el actual Gobierno nacional no ha dado respuesta –la delincuencia, la educación, la inflación–“; ni más ni menos que la agenda de temas que los medios construyeron previa a las PASO.
Pero el prestigioso columnista de Perfil, desconcierta cuando aclara que el mensaje debe garantizar que,
nada de lo que se proponga afectaría el sostenimiento del nivel de actividad económica y de las políticas sociales de este gobierno”, algo absolutamente contrapuesto al discurso opositor y con lo que supuestamente insta a la oposición a derrotar.

Incentivo

Tal vez con la intención de tocar el amor propio de los vapuleados candidatos, el sociólogo los acicatea aún más, cuando reconoce que “El mensaje de la ciudadanía el domingo pasado fue contundente: los opositores no convencieron, no interesaron, no despertaron nada parecido a nuevas ilusiones”, y sentencia casi lapidariamente, “no hay absolutamente ninguna posibilidad” que Cristina “baje su caudal al 40 por ciento si no hay una oferta, fuerte como un vendaval entusiasmante”, y finaliza, “si eso no sucede, si los candidatos opositores ahora tiran la toalla y se contentan con disputar bancas en el Congreso y siguen compitiendo entre ellos por ese objetivo, habrán demostrado que no estaban preparados para el desafío de una elección presidencial”.

Dicho con otras palabras, el Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, quizás les esté sugiriendo la idea ya lanzada por el último de los liberales sobrevivientes del menemismo, Federico Pinedo, cuando propuso que para el 23 de octubre se bajen dos de los tres candidatos opositores que quedan en carrera que posibiliten alguna chance al tercero (Hermes Binner?).

Le irá tan mal a su consultora como para agarrar este fierro caliente en medio del desconcierto opositor, o será sólo un aporte militante para intentar salvar el honor (y los intereses) de la elite dominante de la Argentina de los últimos 200 años.

domingo, 15 de mayo de 2011

“Se acabó el miedo. El miedo se fue con María Sol”


La historia de Victoria Montenegro

PLAN SISTEMÁTICO DE APROPIACIÓN DE HIJOS DE DESAPARECIDOS

Por Alejandra Dandan, periodista Página/12

En la causa sobre el plan sistemático de apropiación de hijos de desaparecidos, Victoria Montenegro denunció que el fiscal de Casación Juan Martín Romero Victorica le filtraba información al coronel Herman Tetzlaff, su apropiador y asesino de su padre biológico.

Victoria, entró en la sala de audiencias sin pañuelo de mano, convencida de que no le iba a hacer falta. Su apropiador se lo había dicho muchas veces: que no llorara, que si lo hacía, era una forma de mostrarse débil ante el enemigo.
Victoria Montenegro ese día lloró, lloró mucho, acompañada por buena parte de la sala. Contó escenas de sus años de hija de desaparecidos apropiada por un coronel de Inteligencia del Ejército. Por primera vez en su vida declaró contra él y, de alguna manera, a favor de la recuperación de la historia de sus padres biológicos.
En medio de ese relato denunció al fiscal de Casación Juan Martín Romero Victorica porque, mientras la Justicia investigaba a su apropiador, el fiscal le filtraba información de la misma. Al terminar la audiencia, en la causa sobre el plan sistemático para apropiar hijos de desaparecidos, el fiscal Martín Niklison pidió al Tribunal Oral Federal 6 que impulse una denuncia penal contra Romero Victorica y envíe los datos al procurador general.
Victoria nació el 31 de enero de 1976. Sus padres eran Hilda Ramona Torres y Roque Orlando Montenegro, dos militantes de la JP primero y luego del ERP, ambos salteños.
Trece días después de su nacimiento, un grupo de tareas entró en la casa donde vivían, en Boulogne. Tetzlaff era el jefe del operativo, un hombre que había sido jefe de los grupos de tareas de El Vesubio,
jefe de Inteligencia y en algún momento encargado del arma de Comunicaciones en Campo de Mayo. Se apropió de Victoria seis meses después del operativo en el que él mismo asesinó a su padre. ¿Usted vivió con otra identidad durante muchos años? –preguntó Niklison al comenzar la audiencia.
La historia “Me llamaron María Sol Tetzlaff Eduartes, nacida el 28 de mayo del ’76 en Boulogne, San Isidro, como hija del coronel Herman Antonio Tetzlaff y de su esposa, María del Carmen Eduartes”, explicó.
-¿Qué versión le dieron?
- “Yo siempre tuve dudas, pero sobre el horario en el que había nacido. Me decían que el 28 Herman tuvo un desfile militar en San Isidro, ella se descompone y yo nací en la Clínica del Sol.”
- ¿Cuándo aparecieron las dudas de que no sería hija de ellos?
- “Cuando tenía nueve años, llaman a Herman a un juzgado de Morón. Un día yo lo acompaño. Entro con él al despacho del juez y el juez pregunta si no era mejor que yo esperara afuera.
Él dijo que no. El juez saca del cajón una causa y le dice que las ‘viejas’ (por las madres de Plaza de Mayo) ya estaban empezando a molestar. Que se quedara tranquilo, pero que tomara conocimiento de que estaba pasando esto.”
Victoria no se acuerda del nombre del juez, pero sabe que en ese momento empezó la causa a Tetzlaff. “Hasta entonces, yo lo que sabía era que en Argentina hubo una guerra, en ese momento yo consideraba a Herman como mi papá, para mí la subversión se estaba vengando de ellos que habían sido soldados; que los desaparecidos eran mentira. Pensaba que no eran personas físicas, sino un invento de las Abuelas.”
Romero Victorica Con la democracia, a Tetzlaff lo ascendieron a Coronel, lo mandaron a Paraná como juez de instrucción militar para alejarlo por las causas que empezaban a ventilarse en Buenos Aires. Cuando Victoria cumplió 15 años, lo detuvieron por primera vez: entonces apareció Romero Victorica.
“Herman estaba muy nervioso. Un día me llama y me plantea que ya había una causa que había tomado (Roberto) Marquevich, que era un juez montonero, que estaban las Abuelas de por medio, que lo más probable era que me sacaran sangre para compararla con el Banco Genético.” También le dijo que seguro iban a decirle que era “hija de la subversión, así es que seguramente después vengan y te saquen de
casa. Yo decía mientras tanto que no: que diera lo que diera, me iba a quedar con él; él me lo agradeció y que me dijo que no esperaba otra cosa de mí”.
La verdad Para entonces, Tetzlaff tenía a su “amigo en Comodoro Py” que le pasaba todos los datos.
Cuando Marquevich, que era juez de San Isidro, la llamó para sacarse sangre, Tetzlaff la acompañó al Banco Genético.
Poco después, le anunciaron que no era hija de quienes hasta ese momento suponía sus padres. “Me dijeron que en un 99% yo no era hija de ellos, pero yo dije que me quedaba con ese 1%, porque sí era hija de ellos.”
En el camino, Tetzlaff quedó detenido. Romero Victorica puso a sus amigos abogados que le debían un favor. Uno de ellos era un sobrino suyo con el mismo apellido Romero Victorica y otro Martín Anzoátegui,
juez federal durante la dictadura.
“Lo sacaron a Herman a los tres meses de Caseros”, recordó ella.
Persistencia Mientras tanto, Marquevich seguía buscando la identidad.
Un día le pidió más sangre para compararla con otras muestras, pero ella se negó para frenar la causa. Un mes y medio después, su apropiador, que ya sabía lo que estaba pasando, le avisó que la iban a
llamar de la Cámara de Casación de San Martín. Ella entró a entrevistarse con los jueces sabiendo que había tres, “uno subversivo y montonero y dos de los nuestros”, dijo. Después de entrevistarla, la Cámara sacó un fallo aceptando que no se sacara sangre.
Finalmente, no hizo falta una nueva muestra. Con los nuevos métodos, el juzgado hizo el cruce. Marquevich la llamó un día para decirle cuál era su familia: “Me agarró terror –dijo ella–, porque era hija
de la subversión, ése fue el primer miedo”.
Confusión Para mí, Marquevich era el enemigo en ese momento, era el que me estaba robando a mi familia. Hoy puedo entender que fue el que me ayudó a recuperar a mi familia, mi identidad y mi vida. La actuación del Juez y sus equipos produjeron el encuentro con sus familiares el día 23 de julio de 2001.
En el ámbito del juzgado, los abuelos maternos Brígida Cabrera de Torres y Domingo Torres y la tía Lucía pudieron reencontrase con Victoria. Las familias Montenegro y Torres son oriundas de la localidad de Metán, provincia de Salta.
Ambas sufrieron la persecución de la dictadura. El matrimonio Cabrera- Torres tiene 3 hijos desaparecidos, además de haber sufrido la cárcel y el exilio otra de ellas y la madre Brígida.
Hoy, Victoria Montenegro de 33 años, tiene una familia constituida con tres hijos e inicia un camino hacia su verdadera identidad. “Se acabó el miedo. El miedo se fue con María Sol. Yo soy Victoria”.

jueves, 5 de mayo de 2011

Papel para diarios: síntomas de descomposición en el monopolio y sus aliados


Por Jorge Déboli, editor de Informes, Secretario de Diarios y Periódicos Regionales Argentinos (Dypra)

Con el reciente dictamen de la Unidad Fiscal Federal de La Plata, interviniente en casos de terrorismo de Estado, donde se califica como "un crimen de lesa humanidad a los hechos que rodearon la transferencia de acciones de la empresa Papel Prensa entre 1976 y 1977", comienza a cerrarse un ciclo de restricciones a la Libertad de Información que la inmensa mayoría de los medios gráficos de la Argentina y sus ciudadanos vienen sufriendo desde hace más de 30 años a través del manejo monopólico del precio y la provisión de papel para diario, por parte de dicha empresa.

Si tomamos como referencia los últimos 10 años (enero 2002 / abril 2011), es decir, desde la salida de la convertibilidad hasta nuestros días, el precio del papel para diario -el principal insumo y componente en la estructura de costos de un diario Pyme-, hoy cuesta un 620 por ciento más caro, mientras que sus dos únicos ingresos, -el precio de tapa y la publicidad-, crecieron un 200 % y un 400 % respectivamente, que representan en promedio en dicho período, un 300%.

Ante semejante déficit y para evitar su cierre, muchos diarios se vieron obligados a financiarse con diferentes mecanismos que perjudicaron no sólo a los empresarios periodísticos con el desbalance de su ecuación económica, sino principalmente a los lectores, que vieron reducida la cantidad de páginas impresas por su diario, es decir, una importante reducción en la cantidad de contenidos entregados por el mismo, como consecuencia de una importante reducción en las compras de dicho insumo.

También fueron perjudicados los trabajadores del medio, que si bien no se conocieron casos de despidos por esta causa debido a su carácter de empresas familiares, si vieron precarizada su situación laboral, ya que muchos medios dejaron de hacer los correspondientes aportes previsionales. La tercera vía de financiación, fue el endeudamiento fiscal, al dejar de tributar el iva y otros impuestos.

En abril de 2009, esta situación se vio aliviada, pero no solucionada, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció los Convenios de Cancelación de Pasivos Fiscales, mediante los cuales se posibilitaba a todos los medios de comunicación de la argentina, canjear su deuda fiscal contraída hasta el 31 de diciembre de 2008, por espacios de publicidad.

Sin embargo, la medida no fue acompañada por otras que se venían planteando desde 2003, para terminar con el déficit estructural de los medios gráficos pymes, como el establecimiento por ley de un régimen impositivo acorde con las características que distinguen a los medios gráficos locales: la modificación de los criterios de distribución de la publicidad oficial; garantizar el abastecimiento total de papel para uso editorial (actualmente se siguen importando cerca de 70.000 Tnl anuales); facilitar la actualización tecnológica de las imprentas, entre otras medidas.

La cuestión, es que hoy, nueve meses después de que los diarios pymes pudieron expresarle a la presidenta de la Nación, la problemática del sector, el papel para diario cuesta un 31 % más caro, en tanto que el precio de tapa y la publicidad, se mantuvieron estables. Algo así, como estar de nuevo en el horno para los editores de diarios.

Empresarios rehenes
Claro está, la situación de los editores de periódicos no es el caso de los empresarios de otros rubros que no son rehenes de un proveedor monopólico de su principal insumo. Si un diario no tiene papel para imprimir sus ediciones, el diario no sale.

Es así que la provisión de papel para diario y su precio, fueron temas tabúes en las cámaras y asociaciones que nuclean a los periódicos en la Argentina, impidiendo por muchos años abordar su tratamiento.

Ahora las cosas empiezan a cambiar. Por primera vez la Justicia habla en un dictamen que involucra a civiles que presuntamente cometieron “crímenes de Lesa Humanidad”, y entonces sus aliados comienzan a despegarse y tomar distancia.

Un comentario sintomático de esta situación, fue el escuchado de la boca del editor de un importante diario del interior, asociado en un emprendimiento con el monopolio:la caída del grupo, como un alud nos va a terminar arrastrando a todos”. El preocupado empresario, hizo este comentario a un reducido grupo de editores, en un coffee break de la última Asamblea de Adepa, realizada en septiembre de 2010.

Error de cálculo

Por estos días, el síntoma más significativo, por el hecho de provenir de uno de los más talentosos editores de diarios opositores al gobierno nacional, lo constituyó el discurso pronunciado por Jorge Fontevecchia, en la cena de clausura de la Junta de Directores de Adepa, realizada la semana pasada en Buenos Aires.

Fontevecchia, que a partir del debate sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual había hecho causa común con Clarín y La Nación, luego de criticarlos con dureza durante mucho tiempo por el manejo del precio y la provisión de papel, llegando incluso a renunciar a la entidad controlada por estos dos diarios, se aprovechó de un terrible error de cálculo de quienes lo propusieron como orador en la cena de la entidad.

Parábola psicoanalítica

El paranoico presume que alguien lo va a atacar y para defenderse lo ataca primero. El atacado, también para defenderse, devuelve la agresión. El paranoico confirma su teoría: querían atacarlo, y continuó, anticipando de alguna manera el fin de la guerra mediática, no se puede ganar una discusión con un paranoico entrando en su juego. Los medios de comunicación que responden la agresión del Gobierno se están suicidando. Además, en su inmolación, le dan la razón al paranoico, que dice, con lógica: “¿Vieron…?”.
Seguidamente, y ante la sorpresa de los sesenta comensales, entre los que escasamente había 30 los editores de diarios, el Ceo de Perfil se despachó pasándole a los accionistas privados de Papel Prensa, una vieja factura impaga:
Lo que sucedió con los diarios Clarín y La Nación dañó al periodismo”, disparó sin anestesia ante la mirada atónita de su auditorio, y fundamentó, ”el primero apoyó por conveniencia y el segundo calló por miedo todos los primeros años del kirchnerismo”, para luego reprocharles, recién mucho después se despertaron críticos el día que el Gobierno decidió tratarlos como opositores”.


Palos y consejos
Fontevecchia no fue sólo crítico con los principales diarios de la Argentina, quizás sin proponérselo, también lo fue con la dirigencia política sumisa ante el poder mediático: antes de Kirchner, los medios eran el espejo donde los políticos se miraban, Kirchner hizo que sean los medios los que se miren en el espejo del Gobierno. Kirchner invirtió el espejo, dijo el editor en un reconocimiento implícito al ex presidente por la revalorización que éste hizo de la política, lugar que en los ´90 fue ocupado por los medios de comunicación.
De un laberinto se sale por arriba, pontificó Fontevecchia, “dilema que no se resuelve con el triunfo de uno de los dos que tiran de una cuerda, sino a través de una acción superadora, y propuso, a lo que llaman periodismo militante no se le debe contraponer otra forma de periodismo beligerante, sino periodismo puro, sin aditamentos”.

Política y académicamente correcto el consejo de Fontevecchia dado a los principales editores de medios opositores al gobierno, pero llega un poco tarde. El daño que estos medios se hicieron a si mismo, a sus trabajadores y a sus audiencias, permite inferir que están en un punto de difícil retorno. La credibilidad, es el mayor capital de un medio de comunicación, que cuesta mucho ganar, pero muy poco para perderla.

lunes, 11 de abril de 2011

El bloqueo a Clarín que tapó el escándalo en Chubut


“Una noticia sirve para tapar otra que se quiere ocultar” (Ignacio Ramonet, ex director de Le Monde Diplomatic)

Por Jorge Déboli, secretario de Dypra, editor de Informes La Federación Gráfica Bonaerense (FGB) es una de las entidades gremiales con más historia en la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores. El 25 de mayo de 1857 fue creada la Sociedad Tipográfica Bonaerense, primera organización de resistencia gremial, social y cultural del país. En 1877 le da continuidad la Unión Tipográfica, organización que en 1878 protagoniza la primera huelga de los trabajadores/as en la historia nacional.

El 3 de Mayo de 1907, nace la actual FGB, sede de distintos acontecimientos que hicieron historia en nuestro país, como en marzo de 1968, en plena dictadura militar de Juan Carlos Onganía, lo fue el nacimiento de la CGT de los Argentinos, liderada por el actual secretario General de FGB, el legendario Raimundo Ongaro, y posteriormente el semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió Rodolfo Walsh. Este pequeño prólogo es a modo de salvar cualquier duda que pudiese surgir a partir del prolongado conflicto laboral que este sindicato mantiene la firma AGR, y para tener en cuenta su mirada sobre el giro que el mismo tomó el pasado domingo cuando se impidió la distribución del diario Clarin. AGR es una empresa subsidiaria del Grupo Clarín, que en una de sus plantas, donde habían sido despedidos los delegados gremiales, se imprimen varios productos de este grupo, entre ellos la revista Viva. La otra planta impresora, de la calle Zepita, donde se imprime el diario Clarín, fue donde se produjo el bloqueo que impidió el domingo pasado la salida del matutino.El Sindicato de los gráficos, desde 2004 viene desarrollando una silenciosa pero larga lucha por la plena vigencia de la libertad sindical en la primera de las plantas de AGR mencionada, cuando en medio de un conflicto de sus trabajadores, fueron despedidos todos los delegados gremiales. Recientemente, el pasado 9 de marzo, el sindicato había logrado la reincorporación de los despedidos, luego de que éstos, con el patrocinio de la FGB, ganaran un juicio penal a AGR. Sin embargo, el pasado domingo y “sin previo aviso” a su gremio, los delegados reincorporados, decidieron bloquear la otra planta de AGR, de la calle Zepita en el barrio de Barracas en la Capital Federal, impidiendo que los diarios se distribuyan en los quioscos. “A favor de Clarín o en contra de Cristina” ”Los muchachos se apresuraron un poquito. El diario tendría que haber salido y no haberles dado semejante repercusión mediática”, dijo a este cronista una fuente del sindicato de gráficos, y apuntó: “o están a favor de Clarín o están en contra de Cristina”, poniendo en duda las intenciones subjetivas de los que llevaron adelante el bloqueo y de los que los apoyaron.La fuente también dejó en claro: “nosotros no queremos despegar del conflicto pero tampoco estamos a favor de Clarín; bancamos todas las medidas de fuerza que haya que bancar, pero no avalamos cualquier medida que impida la salida de éste o de cualquier otro diario de la Argentina”. Según este dirigente gremial, los que llevaron a cabo el bloqueo de la planta “son 4 o 6 muchachos, que no contaron con el apoyo de los 200 o 300 trabajadores” de la planta, que evidentemente “solos no hubiesen podido sostener tantas horas” la medida, dando a entender claramente esta fuente, que hubo apoyos externos. “Veníamos llevando el conflicto por los carriles normales hasta el 9 de marzo. Ahora han jugado a espaldas nuestras”, reflexionó el dirigente gráfico. El otro bloqueo En realidad, el bloqueo que impidió la salida del diario, no tiene ningún tipo de justificativo. Objetivamente apuntó a perjudicar al gobierno y a tapar la escandalosa elección en Chubut que día a día revela el escrutinio definitivo. No se puede bloquear la salida de un diario, aunque éste sea la principal herramienta del establishment económico local para detener los cambios estructurales que estamos viviendo en la Argentina. No se puede hacer lo mismo que hace el monopolio -con otros métodos-, con cientos de publicaciones a lo largo y a lo ancho de todo el país. En efecto, en la Argentina se editan más de dos mil publicaciones periódicas con frecuencia de salida semanal, quincenal o mensual, que por el costo que representa su principal insumo, el papel, tienen “bloqueada” la posibilidad de salir diariamente o aumentar su frecuencia de salida, para informar con más continuidad a sus lectores, no solo con noticias que se producen en el ámbito local y de la región, sino además, las del orden nacional con la necesaria mirada local, que de otra forma, no cuentan con otra alternativa a los canales que emiten en cadena desde el puerto de Buenos Aires. Relato único Desde hace más de tres décadas, cuando la dictadura militar cívico militar de Videla y Martinez de Hoz decidió ceder el paquete mayoritario de Papel Prensa, cuyo propietario David Graiver había fallecido en un confuso “accidente” aéreo, y su viuda e hija heredera estaban recluidas en el campo de concentración clandestino Puesto Vasco, en el conurbano bonaerense, la provisión de papel para diario en la Argentina pasó a ser una herramienta política del monopolio que, al decir por el editor ultraopositor al gobierno, Jorge Fontevecchia, les sirvió “para disciplinar a los demás diarios de la Argentina”, y para prevalecer sobre los demás diarios que representaban una competencia, como fue el caso del diario Crónica que en los años ´70 vendía 700.000 ejemplares diarios en sus tres ediciones, y hoy está por debajo de los 100.000. Resistencia Cuando se desarrolla una guerra colonizadora, oscurantista y contumaz, como la que el neoliberalismo comenzó a librar hace unas décadas en el mundo para la instauración de un gobierno global virtual, reemplazando el aparato industrial-militar por el tecnológico-mediático, los medios de comunicación pasaron a ser su principal aliado a través de la participación accionaria en estas empresas de comunicación, En nuestro país, sin duda el monopolio mediático construido con la complicidad de la dictadura militar, constituye el principal aliado del establishment vernáculo, que hoy, luego de la crisis financiera global, resiste sucumbir junto a sus gerentes, algunos de los principales referentes de la oposición en el Congreso Nacional. Pero justo llegó el bloqueo, y les dio un poquito más de oxígeno, y de esa forma no tener que hablar sobre la calidad institucional de una provincia gobernada por unos de los principales detractores de la calidad institucional del gobierno nacional.

Otras voces, otra historia



Por Jorge Déboli, editor del semanario Informes, secretario de Dypra
Este fin de semana largo se presentó como lo fueron las dos últimas temporadas vacacionales: escenarios naturales de la realidad que vivimos los argentinos y que la construcción mediática de los monopolios ya no puede ocultar o vender cambiada. Pero no sólo los que tuvieron oportunidad de trasladarse a distintos puntos turísticos del país pudieron chequear la información que unos pocos medios -independientes del establishment económico-, venimos contra viento y marea difundiendo, sino también los millones de vecinos que en distintos barrios y ciudades del país, participaron en familia del regreso de los carnavales tal cual nuestra cultura los entendía, dejando de lado el terror mediático a la inseguridad que el grupo monopólico infunde, justamente en una Argentina que, según la ONU, está entre los cinco países de América (incluidos EEUU y Canadá), con los índices más bajos de homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes.


Y todo esto es posible porque los argentinos vamos recuperando de a poco la autoestima y revalorizando nuestra capacidad de desarrollarnos, en la medida que la realidad virtual, es decir, la historia oficial que nos vienen contando desde hace 200 años, se va haciendo trizas con la aparición no sólo de otras voces que salieron a romper el discurso hegemónico del monopolio mediático, sino también producto de la formación de un nuevo proceso de autoconciencia, que se da a partir de la propia constatación que los ciudadanos hacen del discurso oficial con lo que les pasa cotidianamente. Ya no es ni la primavera ni el veranito kirchnerista, ni el viento de cola, ni como quiere ahora justificar el monopolio, atribuyendo el crecimiento económico con inclusión social a las “fabulosas condiciones internacionales”. Cualquier argentino con un poco de memoria sobre lo ocurrido en nuestro país en 2001/2002, hoy sabe perfectamente que el crecimiento económico por octavo año consecutivo se debe al modelo vigente desde 2003, y de no haber sido así, aún permaneceríamos en el infierno.

Tribunale di Famiglia Pero el monopolio mediático no es el único enemigo que tiene la Argentina, si bien es el principal aliado de esa fabulosa y poderosa máquina de impedir, defensora de intereses enquistados desde hace muchos años, pero fundamentalmente los conquistados a partir del genocidio político de la última dictadura militar y del genocidio social que produjo la asociación ilícita que gobernó nuestro país durante la segunda década infame, también existen otros engranajes de esa maquinaria perversa. Justamente durante esos dos procesos se consolidó una estructura en el Poder Judicial, que a pesar de los significativos avances que se lograron, todavía hay jueces corruptos que se resisten al cambio. Por más que quisieran blanquearse, “agiornándose” a esta nueva etapa de la Justicia Argentina, sus respectivos dosier en poder del monopolio mediático, no resisten la publicación de un solo de sus archivos. Sorpresa y media Pero no todo lo que sucede en esta Institución importantísima del Estado argentino es una pálida. Un hecho auspicioso en la materia, lo representa el desempeño del Consejo de la Magistratura luego de la última reforma aprobada en febrero de 2006 por el Congreso de la Nación, que el monopolio mediático, muy especialmente se ocupó de ocultar, trasladando a la sociedad una imagen negativa, y así generar las condiciones para restaurar su anterior status. Una de las imágenes que quedaron luego de tanto bombardeo mediático y opositor, fue el de un Consejo dominado por un oficialismo hegemónico y autoritario. Muy por el contrario, tomando las estadísticas que lleva el propio Consejo, en el período 2007-2009, se pudo constatar un consenso en sus resoluciones que nada tienen que ver con el discurso opositor. - Se aprobaron 163 ternas por unanimidad y sólo tres con votos en disidencia, ninguno de los cuales fue del oficialismo. - También se resolvieron por unanimidad 1307 expedientes en materia de disciplina y juicio político y sólo 19 con disidencias. En siete de esos 19 casos, el oficialismo votó con los consejeros de la oposición y de los abogados y en contra de los tres consejeros magistrados, que se oponían a la sanción contra colegas; en cuatro la disidencia sólo versó sobre la magnitud de la sanción a imponer y en tres casos los votos del oficialismo se dividieron entre mayoría y minoría. - En un solo caso los consejeros del oficialismo votaron solos contra todos los demás, y quedaron en minoría. - No hubo un solo caso en el que los consejeros del oficialismo, votando en bloque, hayan impuesto una decisión. Buenas noticias Días pasados el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, sostuvo que el avance de los juicios por crímenes de lesa humanidad "no depende de una coyuntura o de una persona que esté en el poder, sino que forman parte de un proceso social y de una maduración de la sociedad”, y volvió a ratificar lo que ya había señalado en agosto de 2010: “no hay marcha atrás en los juicios a represores, por delitos de lesa humanidad".Lorenzetti de esta forma dejó en claro que la decisión de investigar la represión ilegal, no dependen sólo del Poder Ejecutivo, sino también de la Corte y del Poder Judicial y por otra parte les contestó a algunos sectores políticos de la derecha, como el duhaldismo, que reclaman ponerle un punto final a estos juicios.Esto, lejos de representar un techo, fija un piso en la Justicia que abre un camino de esperanza, en uno de las cuestiones de mayor demanda de los argentinos: que el Estado garantice el servicio de Justicia a todos por igual, prestación que históricamente respondió a los poderosos.

viernes, 7 de enero de 2011

Terminó la intervención, la impunidad continúa

Por Jorge Déboli, secretario de Diarios y Periódicos Regionales Argentinos (Dypra).

Luego de la llamativa resolución judicial a mediados de diciembre que puso fin a la intervención de la empresa Papel Prensa, esta firma, envalentonada por la medida, se apresta a asestar otro golpe a los editores de diarios y periódicos, principalmente los del interior del país, preparando las condiciones para producir otro aumento del precio de este vital insumo, y por ende, restringir aún más, la “Libertad de Información” de los pequeños editores de diarios locales y regionales, afectando por ende, el “Derecho a informarse” de los lectores, según surge de la comunicación que dicho monopolio envió a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Actualmente en la estructura de costos de un diario pequeño o mediano, el insumo papel representa entre un 50 y un 70 %, lo que lleva al diario, ya de por sí limitado a un mercado de lectores y anunciantes de su ciudad y la región, a restringir la cantidad de papel que compra, y consecuentemente la cantidad de contenidos que entrega, fundamentalmente la información del orden nacional que debe relegar en beneficio de los canales de noticias y diarios editados en la Capital Federal, privando a sus lectores de este segmento de las noticias con una mirada local.
Ofende nuestra inteligencia los argumentos del Grupo monopólico, cuando dicen establecer un “precio de mercado” del papel de diario de devolución, siendo que ellos mismos son compradores y vendedores de casi todo el volumen que se comercia. También indigna su nivel de prepotencia cuando resuelven, sin la participación de los representantes del Estado, volver al sistema de las bonificaciones por volumen, siendo ellos mismos los beneficiarios de las mismas ya que adquieren el 70 % de la producción de papel, bonificaciones que seguramente extenderán a algunos “diarios amigos”, partes relacionadas indirectamente con el monopolio como socios políticos en entidades que los agrupan, o como socios menores en otras empresas del grupo.

Nuevo año, viejas utopías


Por Jorge Déboli, editor del semanario Informes


Dice el gran maestro de la literatura latinoamericana, Eduardo Galeano: "La utopía está en el horizonte, camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, para qué sirve la utopía?. Para eso, sirve para caminar".


Una frase que en rigor, parece ajustarse a los hechos objetivos de estos 200 años de historia como Nación, donde nuestros abuelos, luego nuestros padres, y posteriormente nosotros, cuando comenzamos a transitar el último cuarto del siglo pasado, confirmábamos en carne propia que la posibilidad de cambiar el estado de las cosas en la Argentina, solo era una utopía, un sueño que a veces lo teníamos más cerca, pero que luego se alejaba irremediablemente con tremendos costos humanos, económicos, sociales y políticos para el país, que los que creíamos en las utopías solíamos pagar muy caro.

Nos desaparecieron, nos torturaron, nos fusilaron, nos encarcelaron, nos clandestinizaron, nos exiliaron, nos humillaron, una sangría muy profunda de toda una generación de militantes políticos, sociales, sindicales, empresariales, estudiantiles, etc., que lucharon por una Argentina mejor, y que aparentemente había quedado trunca, sin posibilidad de descendencia.

Sin embargo, eso no ocurrió. Primero fueron las vacaciones del verano de 2010 donde 21 millones de argentinos se encontraron en las rutas y en diferentes centros turísticos del país, poniendo en evidencia la mentira del discurso canalla del monopolio mediático sobre que todo era un desastre, que nada estaba bien, con el mensaje implícito y a veces explícito, que este gobierno se tenía que ir antes de finalizar su mandato constitucional.

Luego fueron los festejos del Bicentenario de la Patria que empezó a mostrar a miles, millones de jóvenes, a familias enteras, a personas mayores, que de repente decidieron romper el cerco mediático del miedo a la inseguridad, que el monopolio construía, alentaba y alertaba a través de sus señales televisivas y radiales: “no acercarse al centro porque todo es un caos”, recomendaba “para “evitar inconvenientes”, pero a pesar de ello se volcaron masivamente a la calles durante los días que duró el festejo popular.

Por último, un hecho muy desgraciado, como fue el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, que a pesar de ello, actuó como iluminador de una realidad que ya no se podía ocultar más.
Paradoja
Como en la fábula de Andersen “El Rey Desnudo”, donde el poder reinante hizo creer a los súbditos que el traje que usaba el Monarca era invisible a los ojos de los tontos e ignorantes, con la muerte de Kirchner, los argentinos descubrieron que detrás del ropaje de perverso con que el monopolio mediático lo había vestido, había un patriota, un líder, ser humano excepcional, un político que cuando asumió como presidente de la Nación, no había dejado sus convicciones en la entrada de la Casa de Gobierno.

Fue así que esto terminó por desarmar al denominado “Grupo A”, donde la izquierda “seudo progre”, pasando por los entregadores del patrimonio nacional de los ´90, por los ajustadores de sueldos y jubilaciones, y apropiadores de los ahorristas, del gobierno de la Alianza, hasta la derecha xenófaga más recalcitrante, se habían juntado solo para desgastar al gobierno bloqueando todos los proyectos de ley que surgieran del Poder Ejecutivo Nacional, pero también, para ser la retaguardia del monopolio mediático, único sustento que legitimaba su accionar y con su protección, les permitía sobrevivir políticamente.

Su desbande a fin de 2010, dejó al descubierto sus propias falencias, la de una oposición que carece de seriedad, indispensable en todo régimen democrático, sin ninguna propuesta superadora al modelo vigente, que a pesar de la brutal crisis financiera global que el mundo tenga memoria, ya entró en el sétimo año consecutivo de crecimiento económico.

Puso al desnudo también -archivos periodísticos de por medio-, el doble discurso de sus referentes más notorios, ninguno de los cuales hoy supera el 10 % de intención de voto.

Como la Cigarra
Y aquí está la generación sesentista y setentista: obcecada, obstinada, pero ahora abonada con miles, millones de jóvenes convencidos de que otro país es posible. A pesar de que los enemigos de la Patria son poderosos, pero también, como humanos (en el sentido biológico del término), se equivocaron. Su soberbia de creerse superiores los ha traicionado y han cometido el grueso error de subestimar la inteligencia de las audiencias, creyendo que su discurso único, hegemónico, su” verdad única”, siempre iban a ser tomados sin cuestionamientos, sin discutirse, sin debate de por medio.

Los Magnetto, los Saguier, los Morales Solá, los Nelson Castro, los van der Kooy, los Grondona (y siguen las firmas), cultores y defensores de un Estado que durante estos 200 años privilegió sus intereses, también se equivocaron.
Desde mayo de 2003, primero Néstor Kirchner, y ahora Cristina Fernández, más allá de los errores que cometieron y las asignaturas que aún quedan pendientes de realización, con la contundencia que implica la coherencia del discurso entre lo que se dice y lo que se hace, con las convicciones intactas gestadas en el seno de aquella juventud maravillosa, con la inteligencia que permite la experiencia, pero también, hay que admitirlo, por el colapso de un modelo que en la Argentina se anticipó siete años a la caída del neoliberalismo global en 2008, los argentinos estamos escribiendo una historia diferente.
Estamos ahí de cumplir un sueño, una utopía, que aparentemente contradice a Galeano, pero que al menos sirvió para caminar, para llegar hasta aquí, a un 2011que promete ser refundacional de la Argentina, o al menos, el año en que se generen las condiciones para serlo.